Esta práctica la realizamos en varias partes:
Primero vimos un vídeo en el que enseñaban a movilizar pacientes encamados o con capacidades funcionales de movilidad disminuida. Después, nos mostraron las ayudas técnicas de las que se disponía para facilitar la vida a personas con restricciones.
Al finalizar esta parte nos dividimos en dos grupos. Uno de los grupos se quedaba mirando, tocando, probando los objetos de ayuda técnica como vajilla, accesorios para la bañera, esponjas alargadas, material antideslizante, mecanismos para abrir botellas, peine con mango alargado, silla de ruedas, bastón plegable, andador, grúa, colchones antiescaras, etc.
Es muy importante saber cómo ayudar a las personas a moverse cuando éstas no pueden utilizando la menor fuerza posible para forzar lo mínimo los músculos, articulaciones, etc., puesto que los malos hábitos para mover a pacientes encamados podrían causarnos lesiones evitables. Puesto que la norma ISO 10228 se considera que la manipulación de toda carga que pese más de 3 kg puede producir un potencial riesgo dorso-lumbar no tolerable ya que si se hace de una manera no favorable podría generar un riesgo, las cargas mayores de 25 kg constituyen un riesgo en sí mismas.
El otro grupo se quedaba en el otro lado de la clase practicando la movilización de pacientes encamados. Algunas de las movilizaciones que se practicaron en clase fueron:
-Paso decúbito supino a decúbito lateral (un cuidador).
-Incorporación en la cama (un cuidador).
-Desplazamiento longitudinal con paciente en decúbito supino (dos cuidadores).
-Sentar al borde de la cama (un cuidador).
-De la cama a la silla (un cuidador).
-Desplazamiento vertical con paciente en sedestación (un cuidador).
-De la cama a la silla y viceversa (dos cuidadores).
-Paciente en el suelo (tres cuidadores).